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La Peste bubónica y el Renacimiento

Los cambios históricos no se pueden ni deben fijar por fechas determinadas ya que para que se de una transformación social, se requiere de procesos multidisciplinarios que finalmente llegan a confluir en determinada época. El renacimiento es producto de un desgaste social, religioso, político, económico e ideológico que va provocando microsismos en distintas latitudes y que finalmente llegan al macrosismo que es el parteaguas claramente identificado.

Por ejemplo: La imprenta no fue inventada por Gutenberg. Como se dijo, su invento es chino y data de muchos siglos previos. Se conoce el nombre del inventor y contrario a lo que se piensa de que era puramente ornamental, los últimos descubrimientos arqueológicos revelan que también tuvo usos administrativos y de cierta propaganda imperial. Gutenberg adapta una prensa de uvas para desarrollar la prensa de tipos móviles buscando sustituir el copismo amanuense de los documentos religiosos que eran los únicos permitidos en la teocracia cristiana europea. El valor real de Gutenberg fue la democratización del libro –antes reservado para nobles y alta jerarquía religiosa—al producir a nivel industrial, varias prensas planas. Ahora bien, ¿De qué sirve imprimir libros si el pueblo no sabía leer? ¿De qué sirve imprimir Biblias, si se tenía penado por la Iglesia leerla sin compañía de un cura?

Aquí radica lo interesante del renacimiento y esto explica en gran medida el surgimiento del protestantismo impulsado por Martín Lutero. Había una frustración social por la excesiva concentración de la riqueza, una rebeldía por las condiciones de vida tan deplorables que tenían los estratos inferiores y eso prohija unos vasos comunicantes subversivos que fueron permeado las estructuras sociales y se empieza a dar la enseñanza de la lectura y escritura a los plebeyos (los “proles” de la época) como si fuese una doctrina secreta.

Pero como elemento democratizador y antes que la imprenta, hay que tomar en cuenta un elemento fundamental que fue la introducción del lápiz y el papel (también provenientes de china). Esto se da por la profusión comercial que se tenía con el Oriente.

Hay que considerar que en la edad media, tanto el papel, como las plumas y la tinta eran de uso exclusivo para la realeza, el alta curia y los monasterios. Utensilios costosos reservados para los elegidos.

El paradigma de que los Reyes, Nobles y altos prelados de la iglesia eran de origen divino, se destruye con el advenimiento de la peste bubónica. Esta epidemia fue fundamental para marcar la democratización de la muerte. Reyes y nobles morían con las mismas características del más humilde de los plebeyos: las bubas. Quizás éste fue uno de los episodios sanitarios más trascendentales que repercutiéron en el “macrosismo” ideológico que es el renacimiento europeo.

Si vemos las fechas encontramos que fue la peste bubónica la que inicia una transformación ideológica fundamental (1348-1361)

A lo largo de la edad media se prohibió el uso de los perfumes y afeites por considerarlos pecaminosos. Con el renacimiento surge nuevamente la tendencia de usar fragancias. Esto provoca la necesidad de establecer laboratorios con alquitranes, sifones y decantadores. Es este hecho el incipiente origen de la química moderna como una ciencia que habrá de revolucionar el conocimiento y aportar fundamentos para la medicina pre-científica. Su antecesora, la alquimia, fue perseguida y satanizada porque la vinculaban con la brujería. Sin embargo, aún en el renacimiento, existen episodios de persecución inquisitorial hacia quienes practicaban la química y otras ciencias.

Se calcula que a lo largo de los diez siglos que constituyen la Edad media, el mundo europeo sólo aportó 8 inventos mientras que en las primeras décadas del renacimiento se produjeron más de 400 descubrimientos científicos.

Por último –ya que el tema forzaría a extendernos demasiado—la navegación de cabotaje es impulsada por los portugueses y consistía en ir rodeando al continente africano. Ahí se produce también un gran cambio. Anteriormente, la esclavitud que era practicada por los pueblos árabes y turcos, consistía en capturar a los salvaje germanos (que eran blancos y rubios) para que atendieran las necesidades de los emperadores y nobles del Islam. Al comerciar con un cacique de las Costas de marfil, los portugueses empiezan a “importar” a los cautivos negros que les vendían. Es así como se inicia la esclavitud negra en Europa que posteriormente será asimilada por los Españoles y exportada a las tierras de la Nueva España ya que los “indianos” eran débiles para los menesteres duros de las minas, el azogue, etc.

Como podemos ver el renacimiento, al igual que las corrientes literarias, es un proceso de decantación social que va permeando las estructuras sociales, a los pueblos, reinos, etc.

El paralelismo de ese macrosismo renacentista con la época que estamos viviendo es extraordinario. Si lo observamos con detenimiento, nuestros episodios actuales han ido sucediéndose por décadas, quizás a partir de 1960 y hoy vemos que el resquebrajamiento del neoliberalismo económico, aunado a la “democratización” de la imprenta moderna (wikileaks, Internet, redes sociales, anonymous, los 99%, etc.) podemos pronosticar un

“aggiornamento” muy similar al renacimiento europeo.

Juan Okie G.