Acostumbrados a –o más bien, mal acostumbrados a– vivir viendo montañas en el horizonte visual, cada vez que he viajado a Atlanta me sorprende el no ver ninguna montaña en el horizonte. Es una población muy arbolada y hasta cierto punto, descentralizada, por lo que viajas a lo largo de vías rápidas bordeadas por áreas boscosas. Es una zona de distintos suburbios y poblaciones escondidas en el verde follaje.
Acabo de ir, justo en el inicio de la primavera. Como no quería andar cargando cámaras, computadora, etc. para pasar por las revisiones aeroportuarias que de por si son incómodas y luego hastya se me andan cayendo los pantalones, opté por no llevar mi cámara. ¡Cómo me arrepentí!
Afortunadamente en algún momento me acordé que con el iPhone podía tomar instantáneas. Se las quiero compartir: