Se humedeció los labios e inició su reporte: Falta un día para Natal, es decir Navidad en portugués. Fluyen como torrente humano compradores de todas las edades. Se detienen y revisan aparadores del centro comercial o “Ibirapuera Shopping Mall”. Abrazan a su pareja, arrastran niños que berrean, sumergen bebés entre pañales.
Día de “Shopping” para todos, unos compran, otros solamente ven y los más, se ilusionan. ¿Quién inventó la Navidad? ¿Quién creó el concepto de “Shopping Mall”?
Quien haya sido es un genio que destruyó eficazmente alamedas y parques en las poblaciones, aniquiló el encanto de mercados y calles de género: De joyeros, relojeros, vestidos de novia, etc. Todos son arrastrados hacia el centro comercial que los devora. Sentimientos envueltos con moños y lustrosos papeles de fiesta. Algunos tendrán una “feliz natal”, otros depresión. Todos serán más pobres dejando de ser humanos; consumidores evolucionados. Los que no pudieron “hacer sus sueños realidad” serán fáciles presas de la violencia en sus favelas, hogares, o de sus parejas.
¿A dónde van? ¿Qué buscan? Dan vueltas como abejorros alrededor de una candela, con entusiasmo o con fastidio. Ven, caminan y se dejan seducir. Llevan bolsas de asas, bolsitas de plástico pero la mayoría no lleva nada.
Construyen sueños. Finalmente como en una telaraña, los atrapan.
-Eso es lo que observé- dijo el joven de túnica blanca, sandalias y cabello largo.
-Hemos fracasado- respondió el hombre mayor, también barbado, con canas plateadas.
-No perdamos la esperanza—repuso el joven.
-Hijo, es un ejemplo, el gran negocio es de quienes beatifican a protectores de pederastas, genocidas o monjas usureras. ¡Súbete al Corcovado, conviértete en escultura y que caven sus propias tumbas! El anciano, guardó silencio. Sus ojos inundados de lágrimas.
Jesús, obediente, amaneció en lo alto bendiciendo a la Bahía de Río.
por Juan Okie G.
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