KIDNAP (Mujer en llamas)

No se los toques…

KIDNAP (Mujer en llamas) Tendría ocho años cuando en el intenso sol de Tequesquitengo vi en un prado que unos hermosos pollitos  iban acompañados por su mamá Gallina.

Eran de escasos días de nacidos pero me acerqué para tomar entre mis manos a uno de ellos.

Con una ferocidad inimaginable, la gallina me atacó picoteándome el dorso de mi mano a la vez que aleteaba y arañaba con sus patas.

Ayer fui a ver la película del director Luis Prieto: KIDNAP (en español la titularon Mujer en Llamas).

KIDNAP (Mujer en llamas - Película)La historia narra el imprevisible descuido de una madre y el secuestro de su hijo. Entre drama y thriller, nos vemos inmersos –como espectadores—, en la feroz búsqueda que la mujer hace y no vacila en defender a su hijo para rescatarlo de manos de unos traficantes de niños.  La reacción de una madre es impresionante cuando ve amenazados a sus hijos. Eso no lo comprenden ni los políticos ni los policías. Lo hemos visto con los terribles crímenes que en México se han sucedido con los bebés de la guardería ABC, los 43 estudiantes de Ayotzinapa, solo para enumerar unos de los más notorios.  La fuerza y agresividad que transforma a una apacible mamá es impresionante. Peor aún, si sumamos la angustia de un secuestro.

Luis Prieto / Director de cine

El secuestro es uno de los más terribles actos que la violencia humana engendra. Porque adicionalmente a la ausencia física del ser amado está la incertidumbre de su estado físico y anímico pero lo que es peor, es el no saber si lo volveremos a ver con vida.

Ese tema que puede parecernos tan lejano a nuestro núcleo y no lo es tanto cuando nos acontece.

Hace muchos años, cuando mi sobrina tendría dos años, la bebita le fue secuestrada a mi hermana. A partir de ése momento su lucha fue infatigable hasta que llegó a entrevistarse con la entonces esposa del presidente de México: Doña María Esther. Movieron cielo, mar y tierra hasta encontrarla. Fue en el estado de California, E.U. A. La niña había sido llevada por una azafata coludida con el secuestrador. Cuando la niña regresó, casi tenía un año más de edad, hablaba inglés y solo le gustaba comer salchichas.

Ese desnlace fue afortunado pero cuántos seres no están sufriendo en el mundo por la vileza de un secuestro. ¿Cuántas vidas se pierden todos los días por el tráfico de órganos, la trata de personas y los delincuentes que buscan obtener rescates?

La película KIDNAP te sumerge en ésa desesperante tensión que no se la deseamos a nadie pero que nos permite reflexionar sobre la importante necesidad de apoyar a la inciativa AMBER y no permanecer pasivos. A veces solo en el Canal Once de televisión aparece una ficha de personas desaparecidas, muchas veces ni siquiera el aviso tiene audio ni descripción de la persona perdida. La fotos son borrosa sin acercamientos. Hacen el intento. Los demás medios ni se molestan en publicarlas.

Si los ciudadanos cobramos conciencia de éste problema y usamos todos nuestras redes sociales para contribuir a la localización de los desaparecidos y por otra parte combatir el clima de impunidad que nuestros gobiernos más recientes han hecho de la “gobernancia”, podremos ayudar eficazmente a reducir éste mal que nos aqueja.

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