Como les prometí, pongo de ejemplo para el manejo del duelo , un poema que escribí con motivo de la muerte de mi madre. Primero les transcribo el poema y en seguidá iré demenuzando algunos fragmentos para explicarles lo que detonó el sentido de mis palabras.
Vayamos a la disección:
Triste mirada (Triste mira)
1.
Vida fugitiva
Por instantes capturada
Reflejo en papel
de imágenes ausentes
Límpida sonrisa
que dibuja tu alma
Pero en esbozo
la miro, no engaña.
(la fotografía que revela a través de las microexpresiones un dejo de amargura).
Tus ojos aleteo
besos mariposa
en ti clavé mi primer destello
ya cansada de labor y parto
tornaste lágrimas en vida.
(los primeros besos después del doloros parto. Sus pestañas acarician el rostro del bebé suavemente como si fueran las alas de una mariposa)
Refulgente y joven
de tus marmóreos senos
aliento derramaste
transformando mi ser
en afectuoso vampiro
nutrido de egoísmo.
(el amamantamiento. Conversando con mi madre sobre mis tempranos recuerdos visuales y gustativos, coincidimos en que eran ciertos esos episodios. Muchos dicen que no es posible remontarnos tan cercanos al nacimiento).
Aún eran tempranos los días
en que fueras acechada
por miradas furtivas.
(era una mujer muy joven y guapa. Uno de niño percibe lo extraño de las miradas de ciertos hombres hacia su madre cuando salíamos a la calle, al supermercado o a la tintorería y cómo ella los evadía apresurando el paso o cambiando de acera).
Abandonaste lisonjas
y ofertas de máscaras invisibles
Brindaste permanente apego
a mi opaternal simiente
Férrea cubriste tus ojos con vendas
de indeleble fidelidad.
(siempre enamorada de mi padre, le fue fiel hasta que se separaron).
¿Qué hicieron de tu desbordada alegría?
Silenciosa cumplías con la carga:
Casa en orden, superficies limpias,
todo en puntual armonía.
Escanciabas alimento y néctar
Arropabas
(extraordinaria y perfeccionista ama de casa)
Flores de un día con fatal destino
Capullo bañado de rocío al alba
Tímida luz matinal se asoma
luce refulgente en medianía
marchita su fugaz sombra y anuncia:
desahucio de esperanza.
(siempre he dicho que la mujer atraviesa por 4 etapas de su vida: De niña es un fresco capullo de flor, de adolescente se transforma en una tímida mujer que promete ser esplendorosa, de adulta joven la mujer es fértil y prodigiosa, emana belleza que va madurando y en la vejez es como una flor marchitada que se le olvida)
2.
Triste ver a la mujer
Desgarrarse mes a mes
condenada a cumplir
la espera silenciosa
de yerma temporada.
(los periodos menstruales son episodios que a uno como hombre nos cuesta trabajo comprender y la menopausia y el climaterio son sequía angustiante también)
Mujer gallina cobijaste polluelos
(madre sobreprotectora)
Como dulce de amaranto
aglutinaste en mieles de caricias
orgullosa progenie.
(esta figura la construyo mientras escribía el poema, durante un ensayo con la actri Laura Luz. Ella no había comido y le acerqué un dulce de amaranto que le llamamos en México “Alegría”. Al intentar dar el bocado se le cayó desmoronándose. Ahí me surgió la idea).
Celosa de las manecillas
Tornabas elástico al tiempo
mientras alistabas escolares
y abrevabas sus tareas
para terminar la función en cine
de blancas sábanas.
(la disciplina hogareña, nunca llegamos tarde a la escuela, siempre vigilaba que hiciéramos las tareas, y nos prometía que si nos portábamos bien nos llevarían al cine, pero después de la merienda descubríamos el engaño: el cine de las sábanas blancas eran ponernos a dormir uy que tuviésemos dulces sueños)
Vigía de etormentosas pesadillas
con la ternura de tu mano
mitigabas fiebres y resfriados,
empachos, descalabros.
(una madre siempre pendiente de calmarnos cuando despertábamos aterrorizados con pesadillas, siempre cuidando de nuestra salud).
Triste ver a la mujer sin alegría
demoronar su vida
Dulce de amaranto
enmudecido el llanto
Migajas al tiempo.
(aquí viene la realidad de cómo se fue destruyendo lo que soñaba, la felicidad de una familia, de un hogar)
Hilvanaste sueños de familia
criando cuervos de oscuro vuelo
(mujer abandonada por la mayoría de sus hijos)
Tu callada labor siempre ignorada
confinada de almidones
piedra pómez, escamas
de cochambre y terquedad.
(el injusto trabajodel hogar que pocos apreciamos).
Triste ver a la mujer sin alegría
hueca alma en soledad
espirales de ecos infantiles
huérfana de caricias
que sólo tú sabes prodigar.
(el hogar abandonado)
Despertaste de idílico sueño
enfrentada a cruel realidad
cunas de polvo
mesas sin comensal
retumbar de fatigados pasos.
(la vejez que corroe con los bellos momentos ya idos).
Triste ver a la mujer sin alegría
¿Acaso tu sonrisa no puede volar?
Llagas supuradas de palabras:
sólo pide bálsamo.
(la agonía de la enfermedad terminal).
Cuerpo de fatal trepidar
evocación de distante melodía
(ella fue excelente pianista y termina su vida escuchando música clásica con ligeras convulsiones de su cuerpo. Me remonté a sus épocas donde sus manos hacían vibrar el teclado del piano).
Teclado de marfil y ébano
sólo exiguo aire exhalas
en extravío de felicidad.
(el momento del estertor presenciado que me paralizó).
Pero ha llegado el momento,
mujer de triste mirada:
debes abandonar tu cuerpo.
Ya
Ya.
(la muerte).
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