Regordeta, como orgullosa heredera de la familia Stratus Cumulus, la nube se regocijaba deslizándose con el viento sobre el azul celeste.
«Soy la más hermosa del firmamento» alardeaba la ingenua blanca nube.
Su gozo le duró bien poco.
Una tormenta tropical en formación arrebató a cuanta nube se encontrara alrededor y consumió la fugaz vida de la nube pasajera.
Eres nube pasajera
de mis pasiones huiste
dejaste neblina en mi alma
para solo acariciar el recuerdo.
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