Contrario a lo que deberían de hacer las redes de «enredar» las cosas, las redes sociales han dado una increíble posibilidad de encontrar lo que uno busca. Amistades lejanas, amores perdidos, compañeros de escuela, objetos perdidos. En pasadas semanas coloqué en mi blog el lamentoo de haber perdido la novela de Elena Quiroga: TRISTURA. Mi blog desde que lo construyeron tiene la disponibilidad de publlicar simultáneamente en «Facebook» así que mi lamento llegó a las redes sociales. Después de varias semanas, el amigo que se había llevado mi prestado mi libro, me contactó todo apenado y me ha hecho devolución de Tristura.
Les comparto mi alegría más que por el retorno del libro, por la mágica experiencia que todos los seres humanos ahora tenemos con estas valiosas herramientas fdigitales. Mucho bien harán las redes al encontrar todo sentimiento extraviado o perdido.
Deja una respuesta