La antesala de los Óscares

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Siempre  en el mes de enero se anuncian las películas nominadas para los Óscares que entrega la Academia Americana de Cine. Podemos estar o no de acuerdo con este sistema de comercialización y mercadotecnia cinematográfica pero no podemos negar que poseen una gran influencia entre los espectadores de todo el mundo. En este año encontramos dentro de las preseleccionadas a LA TEORIA DEL TODO, WHIPLASH y BIRDMAN, entre otras.

Alejandro_González_Iñárritu_with_a_camera_in_productionDe La Teoría del Todo ya escribimos una nota anterior en este blog y ahora quisiera enfocarme en BIRDMAN y WHIPLASH.  Podemos simpatizar o no con el director y ahora también guionista Alejandro González Iñarritu (que curiosamente ahora se arrepintió de apellidarse González y en los créditos redujo su apellido paterno a una sola G.), pero no podemos negar que su obra es un filme maduro, innovador y creativo.

Bien manufacturado, con el trabajo cuidadoso del  espléndido director de fotografía mexicano: Emmanuel Lubeski (Ganador del óscar por GRAVITY), el filme nos presenta la debacle de un actor hollywoodense que intenta triunfar en el cerrado círculo teatral de Broadway al producir y actuar en una obra del dramaturgo Carver. En materia de fotografía, el alarde de las secuencias de cámara continuas que nos dan la sensación de ser una visión subjetiva del narrador omnipresente y que nos lleva por todos los pasadizos de un teatro y, camerinos y el «backstage» es encomiable. Como lo es encomiable el lograr distintas condiciones de iluminación y cuidar el foco con una precisión magistral.

Las actuaciones son pulcras y la historia nos revela la dinámica intestina del mundo del teatro. Me atrevería a decir que en realidad son tres guiones los que arman la película, tres narraciones son las que se entrecruzan en el guión final:

1. DECADENCIA BIPOLAR

La historia de un actor decadente con clara personalidad psicótica o bipolar que escucha la voz interior de su personaje de una serie del tipo cómic, de un superhéroe: «Birdman» que a lo largo de la película será el referente que lo reta, critíca y acicatea para sobreponerse a sus volubles cambios de personalidad. El actor que ahora viejo y amargado, fue un ídolo en Hollywood y que en la historia se enfrenta a una realidad diferente ya que está inmerso en el entorno competitivo del mundo teatral de Broadway.

2. EGOS

La lucha de egos que se da en el teatro es el otro guión, invisible para muchos, pero que descarnadamente se va dando a lo largo de la accidentada historia de los pre-estrenos. Es el mundo de los pavorreales que se dan con todo por opacar al otro y lucirse ellos.  Son zancadillas que se asestan para mostrarse como actores talentosos y que muestran lo más sucio de la condición humana.

3.CINE vs. TEATRO

El tercer guión invisible es la apología que se hace indirectamente del cine sobre la ruindad del teatro de Broadway al ofrecernos un enfrentamiento entre la caústica y prejuzgada de la crítica «líder de opinión» de uno de los más notables diarios estadounidenses y el actor que gozó de la celebridad por haber encarnado a «Birdman» en una serie de cintas taquilleras. En determinado momento el diálogo-discusión que enfrenta a la periodista y el actor en un teatro, se da una sólida argumentación en donde se exhiben a los críticos teatrales como «perezosos etiquetadores» que descalifican el trabajo teatral  al no hacer una verdadera exégesis de las obras y su puesta en escena.

Muchas son las razones que tendrán los miembros de la Academia para justificar los premios Óscar que le otorgaran a BIRDMAN, y muchas son las razones justificadas que debemos adjudicarle a este equipo de cineastas que se esmeraron por crear una película que puede fácilmente entrar en el rubro de «culto» o de «arte» o de «autor», ya que rebasa la manufactura industrial para posicionarse en un nicho diferente. Alejándonos del «chauvinismo» nacionalista de que dos de los factores fundamentales de la película son de origen mexicano, el trabajo fílmioco está muy bien logrado.

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WHIPLASH es otra de las películas que nuevamente nos hace una inmersión en el mundo de las escuelas de música neoyorkinas, del jazz visto como un reto musical que solo es comprendido por una selecta elite y de la tenaz –aunque feroz– lucha por conquistar una destacada posición por parte de un joven baterista y la alta capacidad de castración – humillación que tiene un veterano maestro acostumbrado a someter a sus pupilos hasta un grado abyecto.

La dinámica de estrés qeu posee toda la narración fílmica, es potencializada con la tenacidad del estudiante y el persistente ataque a la autoestima que el maestro ejerce sobre su alumno. Se hace referencia de la muerte de un ex- alumno  que fue llevado al límite y  ha muerto en accidente de automóvil. En la historia, el personaje principal (alumno) cae en la telaraña del sádico maestro. Asimismo, posteriormente se da una vengativa revancha por parte del profesor que ha perdido su empleo en la escuela de música debido a que se le levantaron cargos por maltrato a sus alumnos.

El jazz es otro de los personajes siempre presentes en la narrativa fílmica y en específico el ensayo – ejecución de dos piezas: Whiplash y Caravan, como parte de la formación y reto para los ejecutantes. Las actuaciones son muy buenas, la edición acertada y la tensión dramática es nítidamente impoluta.

Este año, la antesala de los Óscares nos ha permitido contar con tres películas que son dignas de verse y analizarse.

Juan Okie

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