Acabo de ver la película de Paul Morrison “Little Ashes” (Pequeñas Cenizas) que trata de la amistad estudiantil de tres grandes “gigantes” de la cultura universal: Luis Buñuel, Salvador Dalí y Federico García Lorca. Es un filme bien documentado, sensible, bellamente tratado y que nos muestra las afinidades y diferencias de los nacientes genios en cada una de sus especialidades. Independientemente de la trama nos permite ver el ascenso del fascismo y el horrendo crimen que se cometió con Federico García Lorca al ser ejecutado por los seguidores de Francisco Franco.
La cinta me puso triste y a reflexionar sobre la proclividad de los seres “no pensantes” e “iletrados” por acallar a los seres de pensamiento. En mis años universitarios, tuve el placer de conocer parte de la obra de García Lorca gracias a mi maestro Paco Prieto (Francisco Prieto) cuya erudición supo contagiarme la admiración por el gran poeta.
El arte poético lamentablemente se convierte en enemigo de la intolerancia y García Lorca es un ejemplo de lo que acontece a la inteligencia cuando se enfrenta a la brutalidad del fanatismo. Sus asesinos materiales pasaron al olvido histórico y hoy vemos a la España convulsa que ha vuelto a ser presa del ultraderechismo. México recibió un caudal de grandes hombres y mujeres españoles que a raíz de la Guerra Civil española fueron acogidos por nuestra patria. Se hermanaron y aportaron gran riqueza mental a nuestra propia cultura. Por ello, entristece ver que un hombre de la dimensión de Federico García Lorca en su juventud plena, fuese acallado con las balas asesinas. Sus bellas palabras que enriquecieron la literatura universal fueron silenciadas. Un silencio momentáneo porque el eco de las mismas palabras, plasmadas en sus poemas, ensayos, cartas y obras de teatro, seguirán resonando para la eternidad.
Para ver más sobre García Lorca haz click en http://youtu.be/qUTQOCoDF-M
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