El dilema

Creo que todos coincidimos en que el más valioso patrimonio que pueden tener los seres humanos es la educación.

La educación la podemos ver desde varias perspectivas:

  • La que recibimos en nuestro hogar con nuestros padres
  • La que adquirimos en nuestro período de formación escolar – académica
  • La que cada uno de nosotros asimila en el entorno social

Al inicio de la segunda década del siglo XXI estamos -involuntariamente—, transformando la educación formal que se imparte en las escuelas.

A lo largo de mi vida, curiosamente, he tenido vinculación cercana con la educación escolar, lo que me ha permitido ser testigo de varios aspectos:

  1. La trayectoria académica depende de cada persona. Pueden ir a la más renombrada universidad o tener a los mejores maestros y si la persona no tiene deseos de asimilar y aprender conocimientos, todo será inútil.
  2. Existen personas que entregan su vida materialmente por fortalecer la educación en todos los niveles. Ya sea como promotores, como académicos o como comités de padres de familia.
  3. También existen intereses muy poderosos para estropear la educación, burocratizarla y tratar por todos los medios hacer que se deteriore la calidad del aprendizaje. Tanto en las escuelas públicas como privadas se da este fenómeno de corrosión educativa.
  4. Hay sectores de los padres de familia que piensan que los valores se inculcan en la escuela y se desentienden de que es en el núcleo familiar donde se siembran los valores.

Yo he tenido oportunidad de estudiar tanto de forma presencial como “en línea” con los sistemas digitales. También he dado y doy clases de forma presencial y a distancia. Ambos sistemas nuevamente son importantes pero dependen al cien por ciento del alumno.

La transformación que hoy se tuvo que acelerar por la pandemia ha forzado que los jóvenes y niños tengan que estar estudiando en casa. Esta modalidad ofrece grandes ventajas a aquellos que tienen una mente estructurada y siguen una disciplina. El inconveniente es que no lo tengan por lo que se hace necesario el reforzamiento de los padres en casa. Lo más probable es que unos padres desordenados y disfuncionales dejarán por la vía libre al niño o adolescente y el resultado será desastroso.

Por el contrario, si los padres tienen una mente estructurada seguramente sus hijos seguirán las reglas y se adaptarán rápidamente la modalidad a distancia y en casa.

Sin embargo, hay una parte que carece la educación a distancia y es precisamente el contacto humano, la socialización con los otros, compañeros y maestros.

Mi maestría en línea me mostró esa sensación de aislamiento y de necesitar la convivencia con is compañeros y profesores. Contrario a las normas del coordinador de dicha maestría, establecimos contacto los compañeros y gran parte del profesorado e iniciamos una serie de reuniones sociales presenciales donde nos conocimos y entablamos una cordial amistad.

El ser humano es un ente social y requiere del contacto cercano y personal con los otros para sentirse acompañado. Del resultado de todo esto podemos concluir que el camino más acertado para la educación formal deberá ser un planteamiento mixto: Unos días en retiro individual para tomar sus materias en línea y combinar otros días de forma presencial. De esa manera tendríamos lo bueno de ambos mundos y posiblemente una mejor formación. Pero indudablemente, sin buenos padres estructurados ningún sistema de educación formal prosperará.

De ahí que el examen de admisión al kinder, pre-primaria, primaria y secundaria se debería aplicar a los padres primero que nada. A partir de preparatoria y universidad prohibir tajantemente a los padres acompañar a sus hijos. ¡Es vergonzoso ver un muchacho de 18 años que lo tenga que ir a inscribir su mamá!

El cordón umbilical es fuerte mientras el pequeño lo necesita pero es prioritario cortarlo en determinado momento o de otra forma se gangrenará.

El aire que respiro

Cuando nos explican los fundamentos del yoga, lo primero a lo que se le da importancia es a la respiración.

Al entrenar a voceros y conductores de radio o televisión, el énfasis primordial que les damos es la respiración.

Las personas que hacen meditación o simples ejercicios de relajación, se centran en su respiración.

El aire es un calmante natural para nuestros estados de estrés y angustia. Nos dicen “respira profundo”. La sensacion de angustia que uno llega a tener cuando nos hace falta el aire es de las experiencias más terribles que podemos padecer.

Al nacer, lo primero que hacemos es respirar y al morir, nuestro último aliento será la señal de que todo ha concluido porque dejamos de respirar.

Respirar es vivir.

El aire que respiramos es fundamental para la calidad de vida de nuestro organismo. Solemos verbalizarlo con términos como: “El aire estaba irrespirable”, “Sentí tan feo hasta que me faltaba el aire”, “Me quedé como si no tuviera aire”.

Las personas que desgraciadamente tienen EPOC o enfisema pulmonar viven un verdadero calvario para tratar de respirar: el bajar de la cama, subir un escalón, ponerse de pie son verdaderas hazañas si no tienen sus mangueritas y el tanque de oxígeno.

No se diga de quienes padecen asma.

Los dos meses y días que llevamos de cuarentena hemos estado continuamente escuchando que para salvar las vidas de los que tienen el virus es precisamente el contar con “respiradores”. El ver a médicos y enfermeras salir de sus terribles y agotadoras jornadas lo que más nos impresiona es verles sus rostros marcados por el cubrebocas y los gogles. Una huella de la batalla por la vida. Y ahora que tenemos que usar los cubrebocas descubrimos el ansia de sentir que nuestra respiración se ve entorpecida por el filtro de la tela y que nos da sensaciones de incomodidad.

Respirar y el aire que respiramos son dos de las maravillosas bendiciones que nos ha dado la vida. Las hemos tenido de forma gratuita y pocas veces nos habíamos detenido a pensar en la gran importancia que tiene el respirar y el gozar al llenar nuestros pulmones del aire, sí, el aire que a cada instante respiramos.

 

Grabación del podcast de Relajación del Mtro. Arturo Noria

Ilustración del FB de Vicky Nava

Foto: medical news Today

La sabiduría de nuestros Padres

Los que afortunadamente no fuimos huérfanos y tuvimos padres, en un alto porcentaje no los comprendimos. Pero la sabiduría de ellos nos dejó huella.

 

 

 

 

 

¿Quién de ustedes no recuerda las famosas frases?

  1. ¿Ya te lavaste las manos?      (Y eso que no había COVID-19)
  2. Siempre da las gracias   (Ahora todos agradecemos tener salud
  3. Acábate todo lo que se te sirvió, no desperdicies  (Ahora cuidamos no desperdiciar nuestros alimentos y evitamos ir al super o mercado por si los virus
  4. No tires el agua que a alguien le hace falta.          (Pregúntenle a los de Iztapalapa o de la Sierra Tarahumara
  5. Esto no es un hotel para que llegues a la hora que te de la gana.   (Están cerrados los hoteles y moteles por la cuarentena, así que a fuerzas te quedas en casa)
  6. ¿Qué crees que soy banco para que andemos tirando el dinero?     (Ya hasta los bancos andan pidiendo que los apoyen)

Las lecciones que nos daban en casa nos parecían exageradas e injustas. Pocas veces comprendimos la dimensión de la sabiduría sencilla y directa que nos dieron nuestros padres, los primeros maestros en nuestras vidas. Luego nos dejaron en manos de los maestros de profesión. Los que desde el Kinder hasta la educación superior nos ayudaron en nuestra formación.

Y hay otros Maestros que debemos reconocer y son los Maestros que nos va poniendo la vida en el camino y que nos han aportando tanto para que hoy estemos agradecidos.

Desnudando un poema

Como les prometí, pongo de ejemplo para el manejo del duelo , un poema que escribí con motivo de la muerte de mi madre. Primero les transcribo el poema y en seguidá iré demenuzando algunos fragmentos para explicarles lo que detonó el sentido de mis palabras.

Vayamos a la disección:

Triste mirada (Triste mira)

1.

Vida fugitiva

Por instantes capturada

Reflejo en papel

de imágenes ausentes

Límpida sonrisa

que dibuja tu alma

Pero en esbozo

la miro, no engaña.

(la fotografía que revela a través de las microexpresiones un dejo de amargura).

 

Tus ojos aleteo

besos mariposa

en ti clavé mi primer destello

ya cansada de labor y parto

tornaste lágrimas en vida.

(los primeros besos después del doloros parto. Sus pestañas acarician el rostro del bebé suavemente como si fueran las alas de una mariposa)

 

Refulgente y joven

de tus marmóreos senos

aliento derramaste

transformando mi ser

en afectuoso vampiro

nutrido de egoísmo.

(el amamantamiento. Conversando con mi madre sobre mis tempranos recuerdos visuales y gustativos, coincidimos en que eran ciertos esos episodios. Muchos dicen que no es posible remontarnos tan cercanos al nacimiento).

Aún eran tempranos los días

en que fueras acechada

por miradas furtivas.

(era una mujer muy joven y guapa. Uno de niño percibe lo extraño de las miradas de ciertos hombres hacia su madre cuando salíamos a la calle, al supermercado o a la tintorería y cómo ella los evadía apresurando el paso o cambiando de acera).

 

Abandonaste lisonjas

y ofertas de máscaras invisibles

Brindaste permanente apego

a mi opaternal simiente

Férrea cubriste tus ojos con vendas

de indeleble fidelidad.

(siempre enamorada de mi padre, le fue fiel hasta que se separaron).

 

¿Qué hicieron de tu desbordada alegría?

Silenciosa cumplías con la carga:

Casa en orden, superficies limpias,

todo en puntual armonía.

Escanciabas alimento y néctar

Arropabas

(extraordinaria y perfeccionista ama de casa)

 

Flores de un día con fatal destino

Capullo bañado de rocío al alba

Tímida luz matinal se asoma

luce refulgente en medianía

marchita su fugaz sombra y anuncia:

desahucio de esperanza.

(siempre he dicho que la mujer atraviesa por 4 etapas de su vida: De niña es un fresco capullo de flor, de adolescente se transforma en una tímida mujer que promete ser esplendorosa, de adulta joven la mujer es fértil y prodigiosa, emana belleza que va madurando y en la vejez es como una flor marchitada que se le olvida)

 

2.

 

Triste ver a la mujer

Desgarrarse mes a mes

condenada a cumplir

la espera silenciosa

de yerma temporada.

(los periodos menstruales son episodios que a uno como hombre nos cuesta trabajo comprender y la menopausia y el climaterio son sequía angustiante también)

 

 

Mujer gallina cobijaste polluelos

(madre sobreprotectora)

 

Como dulce de amaranto

aglutinaste en mieles de caricias

orgullosa progenie.

(esta figura la construyo mientras escribía el poema, durante un ensayo con la actri Laura Luz. Ella no había comido y le acerqué un dulce de amaranto que le llamamos en México “Alegría”. Al intentar dar el bocado se le cayó desmoronándose. Ahí me surgió la idea).

 

Celosa de las manecillas

Tornabas elástico al tiempo

mientras alistabas escolares

y abrevabas sus tareas

para terminar la función en cine

de blancas sábanas.

(la disciplina hogareña, nunca llegamos tarde a la escuela, siempre vigilaba que hiciéramos las tareas, y nos prometía que si nos portábamos bien nos llevarían al cine, pero después de la merienda descubríamos el engaño: el cine de las sábanas blancas eran ponernos a dormir uy que tuviésemos dulces sueños)

 

Vigía de etormentosas pesadillas

con la ternura de tu mano

mitigabas fiebres y resfriados,

empachos, descalabros.

(una madre siempre pendiente de calmarnos cuando despertábamos aterrorizados con pesadillas, siempre cuidando de nuestra salud).

 

 

Triste ver a la mujer sin alegría

demoronar su vida

 

Dulce de amaranto

enmudecido el llanto

Migajas al tiempo.

(aquí viene la realidad de cómo se fue destruyendo lo que soñaba, la felicidad de una familia, de un hogar)

 

Hilvanaste sueños de familia

criando cuervos de oscuro vuelo

(mujer abandonada por la mayoría de sus hijos)

 

Tu callada labor siempre ignorada

confinada de almidones

piedra pómez, escamas

de cochambre y terquedad.

(el injusto trabajodel hogar que pocos apreciamos).

 

Triste ver a la mujer sin alegría

hueca alma en soledad

espirales de ecos infantiles

huérfana de caricias

que sólo tú sabes prodigar.

(el hogar abandonado)

 

Despertaste de idílico sueño

enfrentada a cruel realidad

cunas de polvo

mesas sin comensal

retumbar de fatigados pasos.

(la vejez que corroe con los bellos momentos ya idos).

 

Triste ver a la mujer sin alegría

¿Acaso tu sonrisa no puede volar?

Llagas supuradas de palabras:

sólo pide bálsamo.

(la agonía de la enfermedad terminal).

 

Cuerpo de fatal trepidar

evocación de distante melodía

(ella fue excelente pianista y termina su vida escuchando música clásica con ligeras convulsiones de su cuerpo. Me remonté a sus épocas donde sus manos hacían vibrar el teclado del piano).

 

Teclado de marfil y ébano

sólo exiguo aire exhalas

en extravío de felicidad.

(el momento del estertor presenciado que me paralizó).

 

Pero ha llegado el momento,

mujer de triste mirada:

debes abandonar tu cuerpo.

Ya

Ya.

(la muerte).

El Duelo

El duelo es la estela de dolor emocional que deja el sufrimiento por un determinado evento por el que atravesamos los seres vivientes.

No todos los duelos son por la pérdida de un ser querido, existen muchos tipos de duelo pero todos van vínculados al sentimiento que nos generan por su ausencia

Así puede ser la pérdida de un objeto apreciado, por la ausencia de alguien que nos reconforta con su presencia física , por la pérdida de un empleo, por la misma jubilación, la infancia extraviada, la juventud perdida, etc.

El duelo siempre lo vinculamos al tiempo. La inmediatez del acontecimiento nos produce mayor impacto emocional y dolor. Ausencia es espacio de tiempo. El tiempo lo va suavizando y sirve como un velo que lo cubre pero que puede aflorar cuando la memoria revive al episodio.

Es así como su presencia nos vuelve a visitar, quizás notan agudo, pero nos muestra su latencia. Generalmente lo asociamos con el recuerdo de quienes han partido. Son las festividades o anversarios los que permiten develarlo. Así vemos que al aproximarse las fechas simbólicas como el día de la madre, del padre, las fiestas de fin de año, se remueve la memoria y nos saca esas emociones a flote.

Lo importante del duelo es –primero que nada—. Reconocerlo y luego, trabajarlo.

¿Pero cómo se trabaja el duelo? Para eso existen los expertos tanatólogos que son personas especializadas en ayudar a paliar el dolor emocional a través de sugerencia de conductas, actividades e inclusive programación neurolingüística.

En mi caso, lo he manejado con tratar de superar mis propias deficiencias. A la pérdida de mi madre, me esforcé en escribir poesía (que era mi talón de aquiles y mi Maestra Patricia Camacho amorosamente intentaba motivarme a que trabajara mi atávico estilo de rimar como en el siglo XIX). Fue sí como escribí un poemario (Mirar hacia atrás) dedicado principalmente a la mujer. Un poema en específico trató de expresar mi duelo por mi madre: Triste mirada (aunque mi corrector de estilo me recomienda le llame”Triste mira”) www.juanokie.org   donde hoy con motivo del Día de las madres lo publico y demenuso para explicar el porqué de cada frase.

A quienes tengan un duelo porque en esta cuarentena no estarán físicamente cerca de su mamá o a quienes ya la vieron partir, les invito a que tomen una hoja de papel y pluma para escribirle un poema a su Mamá. Servirá para paliar un poco el duelo.

De mapas y reinos imaginarios

En el Renacimiento, después de la epidemia de peste se acuñó una palabra en latín: Imago Mundi. Es la imagen del mundo que es precisamente detonada por el descubrimiento del nuevo continente por parte de Cristóbal Colón.

Como todos sabemos, el cartógrafo Américo Vespucio fue sin querer el culpable de que su patromínico se adoptara para el nuevo continente. Lo llamaron: América.

Los mapas empezaron a cobrar relevancia mucho antes del Renacimiento. Ya los podemos ver en los códices prehispánicos, en la antigua China y en un sinfín de muestras gráficas donde los humanos nos vemos necesitados de plasmar en alguna superficie, los espacios, los destinos, los recovecos geográficos que nos rodean.

Junto con los mapas, se crea un ilimitado y fértil campo de la imaginación humana donde se inventan reinos fantásticos rodeados de leyendas que han cautivado a toda la humanidad.

Así nacieron Cíbola, Quivira, Shangrilá, Tiguez, Totonteac y California, entre muchos otros. No olvidemos Amazonas y el Jardín del Edén. Son lugares de la imaginación como lo ha sido el Paraíso o Aztlán y en nuestros tiempos actuales Harry Potter o El Señor de los Anillos son referentes inevitables de esos reinos, lugares o santuarios donde todo es posible.

La utilidad de los mapas siempre se centra en buscar la forma de ubicar a los seres humanos.

California fue y es un lugar apartado que siempre h resultado ser atractivo para la imaginación.

 

 

 

 

 

Así como los mapas del tesoro que fueron muy profusos en las historias de Piratas y que sonaban a nuestra fantasía de aventureros infantiles como algo maravilloso, llegar al sitio donde está un cofre repleto de tesoros, monedas, joyas o dinero a fin de cuentas: Lo material.

 

 

 

 

 

 

 

Con la tecnología, hemos desplazado los maravillosos mapas del National Geographic por el Google Maps o el Waze. Instrumentos digitales para ubicarse y en muchas ocasiones perderse o meterse por sitios complicados para llegar a un destino.

En el campo de la psicología y metafísica se habla de Mapas Mentales y Constelaciones familiares. Herramientas subjetivas que contribuyen nuevamente a ubicar a las personas.

¿Cuál es la angustia subyacente de todo esto?

Es el miedo a perderse, a extraviarse, a no encontrar nuestro destino. Regresamos entonces a la infancia y cómo nos sembraron ése miedo infundado a través de Hansel y Gretel, Alicia en el País de las Maravillas, Robison Crusoe, Viaje al centro de la tierra o las 200 leguas de viaje submarino.
Es precisamente el miedo a lo desconocido lo que nos impulsa a aferrarnos de algo que nos ubique, que nos haga recuperar la tranquilidad y la confianza. Ese satisfactor es el mapa de cualquier tipo y es una forma muy realista de ubicarnos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por el otro lado, nuestra manía de “inventarnos” los reinos mágicos o fantásticos contribuye siempre a una necesidad de escapismo, de huir de alguna realidad y fabricar el lugar de ensueño, el sitio idílico.

En síntesis, los humanos por un lado queremos estar bien plantados con los pies  la tierra y ubicados (mapas) pero por el otro, nos engañamos con fantasiosos paraísos que nos prometen aquellas cosas que no poseemos en realidad (reinos imaginarios).

Cuando nos encerramos en nuestra mente, o en nuestro hogar y nos vemos constreñidos a enfrentarnos con nosotros mismos, descubrimos por un lado la realidad para lo cual nos puede resultar trabajar los mapas mentales olas constelaciones familiares y explicarnos un poco lo que somos y por qué somos así pero por el otro lado, la incertidumbre de no saber cuándo y cómo voy a salir de mi prisión voluntaria, nos aparece la angustia nuevamente y buscamos calmarla, paliarla imaginando que muy pronto saldremos sanos y salvos al mundo feliz que todos deseamos tener y que infelizmente nunca encontramos porque no nos hemos dado cuenta de que el reino mágico está dentro de nuestra capacidad de ser y amar.

El reino imaginario lo encontramos con el sencillo mapa que nos conteste las preguntas básicas:

¿Quién soy?

¿Cómo soy?

¿Por qué soy así?

¿Por qué reacciono así?

¿Cómo quiero ser?

Y …¿Cuál es mi fin en ésta vida?