Tiranía emocional

Si bien el término tiranía se adjudicaba en la antigua Grecia al abuso de la superioridad (autoridad) a sus gobernados al poco tiempo se convirtió en referencia del que detenta el poder en forma unipersonal y que da un maltrato a las demás personas.

La tiranía emocional la ejercen aquellas personas que habiendo logrado un vínculo emocional de una o de varias personas, inicia una serie de atropellos y sojuzga a los emocionalmente dependientes. El ejemplo más comun de la tiranía emocional lo vemos en las familias. Puede ser el padre, la madre o el abuelo quienes se desempeñen como los tiranos del hogar.

En algunos casos se llega a ver que uno de los hijos se empodera y se convierte en un tirano de sus padres y hermanos. En alguna ocasión pude ver cómo llegaron las hijas de una señora que departía felizmente en la reunión de amigos y materialmente la sacaron en vilo de la fiesta. Aún a pesar de que era la madre, fue evidente la opresión emocional a la que la tenían sometida sus propias hijas.

No se diga de los niños, generalmente hijos únicos , que se convierten en los pequeños tiranos de sus padres yque logra sus obejtivos con rabietas, exhibicionismo o escándalos. Así van sometiendo a sus propios papás y potencialmente serán tiranos emocionales de adultos.

También se dan casos de tiranía emocional y maltrato con los ancianos de la casa. Frases lapidantes como “¡Tu padre o tu abuelo es un mueble más en esta casa!”.

El otrora liderazgo del pater o mater familias se va menguando con la edad y alguien de la célula familiar se convierte en el tirano que maltrata a los demás, los humilla. Puede deberse a que es el que goza de mayor solvencia económica.

La tiranía emocional de las parejas empieza desde el noviazgo. Vemos que uno de los miembros de la pareja se impone, sojuzga y maltrata a su contraparte. No tienen ninguna atención ni detalle de amabilidad. Ironiza en público, le critica en todo, o le regaña. Le baja el autoestima a cada iniciativa que manifieste la persona que desempeña el rol de víctima y que lentamente se va dejando someter, aceptando el maltrato.

En alguna ocasión vi a un marido llegar a la recepción de un hotel a registrarse. La esposa preguntó por una habitación de no fumadores y antes de de que respondiera el encargado de la recepción, el hombre se convirtió en un energúmeno, le gritó a la esposa y escandalizó con su estentórea voz todo el lobby diciéndole a su mujer: “¡Sabes que yo fumo y estás pidiendo una habitación para no fumadores! ¿Qué te crees que eres?”

Hay formas sutiles de tiranía emocional que se van configurando en las relaciones. Son formas ocultas, silenciosas de agresión. El resultado de una persona que se desenvuelve como tirano emocional es que a la larga logra minimizar la voluntad de su víctima o víctimas.

En los barrios, en las comunidades, hasta en los condominios se llegan a dar los tiranos emocionales que empiezan a acosar a los vecinos, los que poco a poco van cediendo a la intimidación y finalmente terminan coexistiendo en un estado de permanente abuso.

Los tiranos emocionales también se dan en las oficinas. Puede ser el jefe o un subordinado que impone su ley y detenta un poder total o absoluto, no limitado por unas leyes o reglas, especialmente cuando ha obtenido ese poder por medios ilícitos, y abusa.

Es el individuo que llega a ser jefe como resultado de ser un trepador o lambiscón de los accionistas y ya entarimado empieza un acoso infame a sus subordinados. O el que no siendo jefe, abusa de un líder débil y empieza a tejer una verdadera telaraña de intrigas y agresiones para someter a todos. Tan es esto muy común que recientemente se ha publicado una norma oficial en México donde se les exige a las empresas responsabilizarse y evitar el maltrato emocional y el estrés entre sus colaboradores.

El tirano emocional es un dictador en su pequeña área de influencia. Es despiadad@ y capaz de nulificar a los demás causándoles no solo estrés o depresión sino llegando a los límites mismos de la destrucción emocional del otro.

Afortunadamente, el valiente vive mientras el cobarde quiere.

Por eso es fundamental neutralizar cualquier intento de tiranía antes de que el poder se convierta en voraz y omnímodo.