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Recupera tu ternura (taller de 14 módulos)

Puedes descargar los PDF´s del taller: recupera tu ternura.   Espero te sean de utilidad. Pronto tendás disponible la versión en Podcast (audio)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 Recupera tu ternura Módulo 1

2 Recupera tu Ternura Módulo 2

3 Recupera tu Ternura Módulo 3

4 Recupera tu Ternura Módulo 4

5 Recupera tu Ternura Módulo 5

6 Recupera tu Ternura Módulo 6

7 Recupera tu Ternura Módulo 7

8 Recupera tu Ternura Módulo 8

9 Recupera tu Ternura Módulo 9

10 Recupera tu Ternura Módulo 10 El abandono

11 Recupera tu Ternura Módulo 11 Las palabras

12 Recupera tu Ternura Módulo 12 Los prejuicios

13 Recupera tu Ternura Módulo 13 La voz

14 Recupera tu TernuraMódulo 14 Los colores

 

 

 

¡Sal de tu Jaula invisible… construye tu Hogar interior!

Uno solo puede salir de su propia jaula tomando consciencia de los barrotes que nos limitan (miedos, culpas, rencores, duelos no resueltos, etc.)

Salir de tu Jaula

La ternura es un sentimiento que extraviamos a medida en que nos hemos ido construyendo la jaula invisible en donde habitamos con una equivocada comodidad. Pero cuando cobramos clara idea de la jaula que construimos a base de barrotes auto-impuestos o heredados del entorno e impuestos por aquellos que fueron nuestros formadores en las primeras etapas de vida (mamá, papá, abuelos, tutores y maestros), estaremos en un momento definitivo para iniciar la recuperación de nuestra ternura.

Después de la reflexión e identificación de los factores que nos limitan y de ser posible perdonar a aquellos que contribuyeron a encerrarnos en nuestra jaula invisible, debemos de asumir el reto. Hay una anécdota que nos ilustrará esto:

Una vez, un pequeño conejito fue sustraído de la madriguera de su madre y fue puesto en una jaula donde se le proveía alimento y bebida. El animalito creció en un entorno confortable. Su jaula estaba a la salida del granero y covacha donde se almacenaban los aperos de labranza, fertilizantes, etc. A través de las rejas, el conejo veía un amplio campo donde sembraban alfalfa.

Cuando el granjero no andaba merodeando, veía que se acercaban a comer de la suculenta hierba un par de liebres y otros conejos que vivían de forma silvestre. El animal añoraba ver con qué libertad se movían sus congéneres. Añoraba poder saltar y retozar por el campo y poder comer alfalfa directamente del sembradío. Percibía que sería una alfalfa más fresca y no la alfalfa acicalada, ya más seca que le daban diariamente. Su obsesión creció a tal grado que empezó a tratar de abrir los barrotes con sus patas. Lamentablemente, lo único que lograba era lastimarse las patas.

Un día, el granjero al suministrarle su dotación de alimento, sin querer dejó mal atrancada la puerta de la jaula. Bastó que el conejito la empujara levemente con su hocico para que se abriera de par en par. Frente a él, estaba la libertad tan añorada. Dio un salto y se dio cuenta de lo sencillo que era traspasar esos barrotes conociendo la forma de empujar la puerta.

Dio varios saltos hasta llegar a la orilla del sembradío. Probó la deliciosa alfalfa fresca y en un santiamén, se vio rodeado de los conejos silvestres que conversaron sorprendidos de cómo había vivido en tal prisión. Lo invitaron a que se uniera al grupo y se fuera a gozar de su propia libertad.

No habían pasado unos cuántos minutos de la charla cuando nuestro personaje, dudoso, les agradeció la invitación y prefirió regresar a su jaula. Con sus pesuñas regresó la puerta a su posición de cerrada y recuperó su tranquilidad perdida por unos momentos. El granjero regresó y vio que aunque la puerta no estaba atrancada, su conejo permanecía en la jaula. Le dio de comer, surtió de agua el bebedero y cerró la jaula.

Nuevamente, otros días, el granjero se fue descuidando de atrancar la jaula. Y el conejo se empezó a dar sus escapadas al sembradío y a re-encontrarse con los otros conejos y liebres. Cada vez se daba un mayor espacio de tiempo para convivir con los de su especie. Y en cada ocasión fue descubriendo lo agradable que era ser libre.

Un buen día, confiado, cuando ya pretendía regresar a su jaula vio cómo llegaba el granjero y profería gritos al descubrir que el conejo había escapado. Entre los gritos escuchó claramente cuáles eran los propósitos aviesos del granjero:

—¡Maldita sea! Tanto alimento y tanto tiempo he dedicado a engordar a ese maldito conejo y ahora justo que ya lo iba a sacrificar para hacerme un delicioso estofado, se me ha escapado!— profirió el granjero.

Aunque dudaba en regresar, el conejo, estaba seguro de que retornar era sellar su propio destino a una muerte segura. Ante la vacilación, prefirió esconderse y permanecer inmóvil hasta que anocheciera. Despejado el camino, huyó para reunirse con los suyos. Habían sido varios intentos de recobrar su libertad. poco a poco ganó la confianza en sí mismo. Y aunque, no estaba seguro de aceptar su libertad, las circunstancias lo obligaron a hacerlo.

Como podrás haber visto en esta anécdota, salir de nuestra jaula nos costará trabajo pero debemos empezar a intentarlo. Son varios intentos los que tenemos que ir haciendo, eliminando los obstáculos, recuperando nuestra autoestima, dejando atrás aquello del pasado que nos estorbe. En algunos casos, las situaciones imprevistas nos pueden ayudar y arrojarnos hacia la recuperación de nuestra libertad perdida. Pero en todo caso, para salir de nuestra jaula invisible —al igual que el conejo tenía la expectativa del alfalfa y el campo— necesitamos contar con un lugar a dónde poder disfrutar nuestra libertad. A este lugar donde nos mudaremos al salir de la jaula invisible, le llamaremos Hogar interior, ydebemos construirlo conscientemente para que sea un lugar seguro que nos permita nuestro desarrollo pleno.

HOGAR INTERIOR

¿Qué es un hogar?

Como el término indica, hogar proviene del lugar donde se prende fuego, o sea, la hoguera. Nos tenemos que remontar a millones de años atrás cuando los homínidos se convirtieron en Homo sapiens y lograron sobrevivir a los llamados Homo neanderthalis. Habían logrado ser bípedos y descubrieron el fuego. Tener fuego y mantener vivo el fuego representó uno de los más grandes retos de la incipiente humanidad. El fuego empezó a dar muchas ventajas para la sobrevivencia de los clanes o grupos de homínidos y de Homo sapiens. Generalmente eran las mujeres quienes aprendieron a cuidar y alimentar el fuego. Ya fuera que vivieran en cuevas, covachas construidas de palmas, zacate o paja, adobe, madera o bien en los llamados palafitos, ellas tenían que estar velando permanentemente para que no se apagara el fuego.

Ahí se descubre la importancia de tener una hoguera. En torno a la hoguera se reunían los grupos humanos y además de protegerse del frío, ahuyentaban a las fieras y depredadores con el fuego y se sentían protegidos. Es en ése lugar donde se descubre la posibilidad de obtener mejores alimentos a través del cocimiento. Las mujeres a la vez aprenden a moldear el barro y ponerlo al fuego para lograr las piezas de cerámica que les servirán tanto para sus guisos, almacenar alimentos o simplemente acarrear agua.

Ahí nace el concepto de HOGAR y que millones de años después seguimos asociando al lugar cálido, protector llamándole “ nuestro hogar”. En pleno siglo XXI seguimos reuniéndonos en torno de la cocina o en el comedor de la casa para convivir y tomar nuestros alimentos. Usamos una frase que dice mucho: “Hogar, dulce hogar”.

A partir del hogar se da el concepto de casa solariega que era el lugar donde habitaban las familias extensas. Los clanes. Podemos entonces decir que el hogar es donde se reúnen los humanos para calentarse, protegerse, alimentarse y convivir. Sea la cocina, chimenea o el comedor es donde se desarrollan los momentos trascendentales de nuestra convivencia y es por lo que asociamos HOGAR a ése ambiente cálido, amable, familiar e íntimo.

Traduzcamos entonces el mismo concepto al hogar interior que debemos todos tener. En nuestra mente debemos contar con un lugar íntimo, amable, cálido que nos permita convivir con nosotros mismos, con nuestros seres queridos y en donde podamos refugiarnos para protegernos pero no por el miedo o las culpas, sino para protegernos de los agentes estresores de nuestra vida diaria. Debe ser un remanso de comodidad que nos facilite la construcción y desarrollo de nuestro ser.

Hogar interior es ése lugar íntimo, personal, cálido, familiar y amable, donde un ser habita, se nutre, se construye y se protege de forma positiva del exterior.

Todo hogar necesita construirse. Por ende, un hogar interior requiere de ser construido.

¿Cómo se construye un hogar?

  1. Debemos detectar las necesidades que requerimos satisfacer.
  2. Desarrollar un proyecto o Plan, similar a lo que se hace cuando se construye una casa.
  3. Analizar los recursos con los que se cuenta, en éste caso nuestros afectos, amigos, pareja, hijos, etc.
  4. Determinar los materiales que se requieren para construir:
  • Cimientos (valores)
  • Muros (autoestima, límites y respeto)
  • Instalaciones (Capacidad de comunicarnos, escuchar y pensar con la cabeza fría antes de reaccionar)
  • Decorados (cuidado personal, aspecto físico y nuestra ropa)
  • Espacios (tiempo para trabajar, descansar, leer, actividades deportivas, convivencia, leer, estudiar, etc.)
  1. Finalmente instalar a los habitantes del hogar interior que son la TERNURA y el AMOR.    

Nacimiento

Nueve meses tuvieron que transcurrir —normalmente—, entre el momento de tu propia concepción hasta el alumbramiento o nacimiento. Algunos casos, excepcionales la mayoría, fueron siete u ocho meses. Algunos tuvieron que ser sometidos a una incubadora después de nacer.

Imagínate primero, el momento en que el espermatozoide de tu padre navegaba a toda velocidad, compitiendo contra miles de espermatozoides más, en un torrente devibraciones náuticas, con el afán de llegar a la meta: Un óvulo!

La cabeza de ése espermatozoide de pronto descubre —como si fuese un astrogigante—, como si viese un sol radiante de tonos naranjas y rojos un planeta a donde sólo existe una minúscula compuerta que permitirá el acceso al ganador. Ese óvulo (astro enorme) ha estado esperando toda su vida este momento. Está emitiendo una frecuencia amorosa de darte la bienvenida. Se sabe finito, es decir, sabe que si fracasa y no se fertiliza, correrá la suerte de los solo 300 óvulos que están en la matriz de esa mujer que es tu madre. Si llegara a fallar la fertilización, estaría condenado a morir el espermatozoide y el óvulo a ser desechado en la próxima menstruación. Sin misericordia sería arrancada del ovario. El espermatozoide de tu padre está sumamente fatigado, siente que le faltan fuerzas y nota con desesperación como los rivales espermas se aproximan pretendiendo ganarle la carrera. ¿De dónde sacó las fuerzas? Nadie sabe, pero el hechoes que finalmente llegó a fecundar el óvulo de tu Mamá y se convirtió en tu Papá.

Para que se pudiera dar este maravilloso momento, fue necesario que tu Padre eyaculara, después de haber tenido el consentimiento de tu Madre (eso espero) y —queremos suponerlo— como resultado de un acto de amor. El hecho es que se ha dado un formidable intercambio de genes, se han fusionado en un solo cigoto y partir de ese momento se dará una dulce espera hasta que seas violentamente arrojado de la matriz y veas por primera vez los rayos de sol.

 

 

En el proceso en que tu Padre y tu Madre convinieron tener relaciones sexuales y permitir el embarazo, existieron muchos momentos de expresión amorosa y quizás, digo quizás, porque todo esto es un supuesto, quizás tuvieron momentos de gran ternura donde se expresaron a través de los cinco sentidos aquello que deseamos descubrir ahora y definir es: ¿Qué es la ternura?

Te propongo que juntos busquemos definirlo y después descubrir sus grandes ventajas de poseerlo. Hagamos un primer ejercicio:

Prepara en tu recámara o habitación favorita las condiciones de luz adecuadas. Luz tenue, cerrar las cortinas. Busca que te sientas en un ambiente relajado y acogedor. Apaga el celular y evita ruidos que te distraigan. Si gustas, pon la música que te ayude a relajarte. Una melodía o varias que te agraden sobremanera.

  1. Quítate zapatos, cinturones, o cualquier atadura (collares, cadenas, brazaletes o relojes)
  1. Procura tener la ropa floja u holgada.
  2. Acuéstate boca arriba. pon tus brazos sobre tu pecho o a los costados. Como te sientas más relajado.
  1. Inspira y expira profundamente por 15 veces. Procura hacerlo acompasado.
  2. Cierra los ojos e imagina cómo fueron esos meses de espera antes que nacieras. El latido del corazón de tu mamá y el propio latido tuyo. La tibieza del líquido amniótico que rodea toda tu piel. Te sientes cómodo, tranquilo, relajado. Estas nutriéndote con el conducto umbilical que te une a tu madre. Un tenue color carne rodea todo tu entorno.
  1. Vas a permanecer así por unos minutos y después te preparas para nacer.

Imaginando la emoción de que algo insospechado te va a pasar y tener la sensación de necesitar respirar profundamente al mismo momento en que abras tus ojos y expreses o hasta grites: ¡Estoy vivo! ¡He nacido!

  1. Es el momento de abrir los ojos y respirar profundamente. Procura permanecer quieto en la cama y observa toda la habitación, el techo, las paredes, los muebles, ventanas, etc.

Es el momento para que te sientas muy alegre contento, emocionado porque estás vivo gracias a un acto de ternura. Piensa en este momento, qué te gustaría sentir…escuchar. ¿Acaso sientes la necesidad de que sea tu mamá quien te bese, te cargue y te arrulle? ¿Es tu padre? ¿Ambos? Quizás: ¿tus abuelitos?  Trata de recordar esa sensación tan lejana. Agradece en este momento a tus padres el haberte dado la vida. No importa que después hayas tenido rencores o desavenencias con ellos, es el momento de darles las gracias.  Respira nuevamente quince veces. Ponte de pie y procede a la lectura del siguiente

párrafo:

Nacer    Nacemos como un acto de TERNURA:  Somos una expresión de amor, por eso mezclamos sentimientos con sensaciones. Los sentidos nos ayudan a manifestar en todas las formas ése acto de amor. Es parte de una búsqueda. Una búsqueda de alcanzar el equilibrio y la perfección. Nacer a la vida es un acto gratuito. Es algo dulce, hermoso, lleno de confianza. La ternura de dos personas hace posible el que ahora estés vivo. A partir de este momento, empezarás a establecer lazos invisibles de ternura y amor con otros seres: Tu mamá, tu papá, tus abuelos, en fin con todos los seres que tu decidas entablar un vínculo de empatía. Después serán tus amigos íntimos, tus parejas, el amor de tu vida.

Al romper el primer lazo (cordón umbilical) aprendiste que a partir de ese momento tú, solo tú, podrás establecer lazos invisibles con quienes tu lo desees.También podrás romper lazos con aquellos que no te hacen bien y te desequilibran. Eres un ser completo, entero. Un entero que acoge a otro entero.

La ternura nace dentro de ti. Y a quien primero debes de enlazar con tu ternura es a ti. Después agradecer a quienes gracias a su ternura, te dieron vida. La ternura nace dentro de ti, por eso debes mostrar antes que a nadie, ternura hacia tu persona.  Todos hemos sentido más de una vez la necesidad de ternura. Hay pocaspersonas que son capaces de abrirse, de abandonarse a sus propios sentimientos y a recibir la ternura con toda confianza. Pero con la ternura tienes la posibilidad de crear un espacio en el que tú te encuentres para después seas capaz de manifestarte a otros.

La peor de las pobrezas no está en aquello que nos falta, sino en ignorar todo lo que poseemos.

¡Listo! La asignación para esta semana debe ser de mostrar GRATITUD. Hacia ti, hacia tu Madre y tu Padre (aún cuando ya no estén vivos o cerca de ti, a ellos debes dar las gracias) y a todos los que te han expresado su ternura.  Todas las mañanas cuando despiertes esta semana di en voz alta:

“Gracias __________ por haberme hecho con amor, Gracias a todos los seres que me han dado amor y ternura”  Repite la misma frase al mediodía y antes de acostarte.

 

Conferencia: Recupera tu Ternura

Ciudad de México a 12 de noviembre de 2011. El día de hoy di una conferencia sobre un tema que me encanta: recupera tu ternura. Fue para cerca de 500 personas reunidas en la Convención de Ayuda y Optimismo que preside María Esther Aguirre de Rodríguez.
Le hablé de que nacemos como un acto de ternura. Fruto de nuestros padres y de la ternura que la naturaleza (o dios para los creyentes) . La ternura es una expresión que mezcla sentimientos y sensaciones. Es parte de una búsqueda por el equilibrio y la perfección. Es gratuita. Es algo dulce y lleno de confianza que circula entre dos personas, creando un enlace. Es un entero que acoge a otro entero.
También hablamos de los distintos tipos de ternura: Ternura hacia ti mismo, la ternura del Espíritu, de la mirada, los sonidos, la risa, la sonrisa (Por cierto les causó mucha gracia la diferencia entre risa y sonrisa. Les dije que la risa es como una señora desinhibida y la sonrisa es una señorita recatada; hacen lo mismo pero una lo muestra y la otra lo esconde).
Mencionamos la ternura que se expresa a través de la piel, y las caricias, besos, expresada a través de palabras, la ternura del corazón, la ternura manifestada en forma escrita.
Posteriormente entramos en el camino de la ternura para aprender a recuperarla, que en nuestra vida diaria encontramos a infinidad de personas, que aunque no lo dicen, pareciera que llevan un letrero que expresa: “Busco ternura natural de forma desesperada”
Para concluir, con respecto a la sonrisa, expliqué que: La forma más delicada de transmitir ternura es a través de una sonrisa. La sonrisa se dibuja con el corazón, se despliega con los labios, se une a la mirada y se percibe con el alma.
Los invité a que no dejen que las caricias a sus padres lleguen tarde, porque el mármol de las tumbas siempre será frío y para cerrar hablamos de la ternura al final de la vida. leyendo un poema de V, Maiakowski, el escritor ruso de la época del realismo socialista, perseguido por los comunistas de esa época y que antes de suicidares escribió:
Al menos déjame que con mi última ternura pueda cubrir el suelo bajo tus pasos que se alejan.
Disfruté muchísimo dando esta conferencia con un público entusiasta y altamente receptivo.

Juan Okie G.