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Latidos del Corazón

Casi todos sabemos que el corazón es una simple bomba que mueve al torrente sanguíneo en nuestro cuerpo. Similar a las bombas que suben el agua a los tinacos en edificios y viviendas, cuando falla esa bomba el caos se produce, ya sea en todos habitantes de un edificio o en el cuerpo de un ser humano.
 
Sin embargo, los humanos hemos creado todo un maravilloso mito sobre el corazón. Lo vinculamos con el amor, los sentimientos y las emociones más íntimas e inclusive con la fé y religión.
Así vemos que el día de los novios o las tarjetas de amor siempre van acompañadas de un símbolo que representa el corazón. Los enamorados tallan en la corteza de los árboles el símbolo del corazón y ponen las iniciales de la pareja de amorosos.
Verbalizamos frases como: “Me robó el corazón”para expresar que se enamoraron y “Me rompió el corazón” para expresar el duelo de la pérdida amorosa.
En la religión católica vemos la imagen del Jesús convertido en el “Sagrado Corazón” y también en la Virgen aparece ilustrada con un corazón en su pecho conocida como Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
Coloquialmente decimos: “Sigue los latidos de tu corazón” y lo equiparamos a la intuición o al también llamado fenómeno de la premonición. En esa expresión típica que decimos “Me late” cuando algo nos vibra bien, nos agrada, nos atrae o “No me late” cuando es lo contrario.
 
Hay mucho que investigar en las neurociencias pero muchos de nosotros hemos vivido interesantes experiencias de premoniciones, de una anticipación a algún suceso, en donde sentimos que algo puede pasar y finalmente pasa. Es una advertencia que asociamos como presentimiento y que lo traducimos, a veces, en frases como “Hazle caso a los latidos de tu corazón”
Los ritmos de nuestra música interna son indicados por los latidos del corazón y es asociado a la música que el término médico que se vincula al auxiliar cardíaco se le llama “marcapasos”. La música la bailamos ay medimos a base de pasos, sea danza clásica, tango o cumbia o reguetón.
Los musicologos generalmente se refieren a que la música lleva un ritmo semejante a los latidos del corazón y al usar un metrónomo o marcar el solfeo, casi en automático seguimos lo que podría ser el ritmo cardíaco. Quizás por ello la música es algo que nos mueve y afecta a todos. Los ritmos de la música electrónica son más que evidentes con el ritmo cardíaco pero si vamos a escuchar la música y ver los bailes de los pueblos africanos o en los pueblos originarios de México, veremos que el ritmo sigue la frecuencia cardíaca. El ejemplo más claro es el tambor y la chirimía de la música folclórica. Las marchas de guerra o las sinfónicas, nos dictan un ritmo que se empareja a los latidos del corazón.
En materia de fenómenos paranormales se recomienda que cuando algo no te “late”, cuando sientas una aprehensión indefinida, le hagamos caso a “los latidos del corazón” y no forcemos la energía, no violentemos eso que no podemos definir pero que sentimos en nuestro interior. ¡Cuántos relatos no hemos escuchado de personas que le hicieron caso a sus latidos del corazón y se salvaron de un accidente!
 
Mientras las neurociencias nos logran descifrar esos extraños fenómenos de percepción, yo siempre recomiendo que escuchemos a nuestra voz interior, que le hagamos caso a los “latidos de nuestro corazón”…aunque sea solo una bomba que irriga sangre en nuestro cuerpo.

Lágrimas

Para un proyecto de publicidad tuve la oportunidad de investigar un poco sobre la historia del perfume, que por cierto es fascinante, y que me permitió conocer también un poco sobre el ser humano.

Desde los tiempos más remotos de la historia del hombre, las sustancias aromáticas han fascinado. Desde los chinos, egipcios, romanos hasta las civilizaciones mesoamericanas como los Mexicas o Mayas, el perfume está presente. Hubo una edad oscura donde se prohibió el uso del perfume. Un periodo de más de 400 años donde era pecado impregnarse de un bálsamo aromático y por la simple sospecha eran las personas acusadas de brujería. Fue en la Edad Media que entre sus víctimas por la peste bubónica y la falta de higiene se llevó a la tumba a un Rey que se negó toda su existencia a bañarse porque era de seres impuros y pecadores el bañar al cuerpo. Otras personas se bañaban con una tela o fondo para no verse “sus partes nobles”.

Existen sustancias muy refinadas y difíciles de conseguir que –en una adecuaada mezcla de notas—, conforman una creación de la perfumería. De todas las presentaciones que ofrece la perfumería son los llamados extractos lo que verdaderamente y técnicamente son perfumes. El extracto o ·parfum de parfums” es lo más excelso y una gota como lágrima sirve para crear un agradable sensación que permanee por más tiempo en el cuerpo. Así la cabeza, el cuerpo y la estela o memoria del perfume tienen una mayor fijación y deja los más gratos recuerdos.

Pero para mí también existe un perfume del alma.
Siempre he pensado que las lágrimas sinceras son un extracto puro de los sentimientos. No me refiero a lacrimosa forma de chantajear de ciertas personas que a la mínima provocación estallan en un llanto inundando su rostro de lágrimas para lograr un objetivo mal intencionado.

Las lágrimas que brotan del sentimiento real, de una amorosa expresión de la emoción es una forma maravillosa de manifestar lo que duele, emociona, estimula y manifiesta nuestro íntimo sentir.

Las lágrimas pueden ser expresión de felicidad, de haber logrado una meta, de haber compartirdo la risa con el grupo de amigos o familiares, de sentirnos enternecidos al escuchar una melodía, al leer una poesía o texto, o ver una escena en el teatro o en el cine.

Normalmente a las lágrimas de la felicidad no les damos el mismo valor que a las lágrimas del dolor. Dolor físico o moral, la pérdida de un ser querido, el recuerdo de una etapa de la vida ya consumada, el dolor de ver la agonía o la enfermedad de nuestros seres más amados.

La lágrima que derramamos ante el rompimiento emocional de una relación e inclusive las lágrimas que se vierten ante la desaparición o la ausencia de alguien como es en el caso de las prácticas criminales que escuchamos desde que el hombre es hombre y que en este mundo se practican como los secuestros, crímenes, torturas por motivos políticos o bélicos, etc.

Una lágrima pura, noble y sincera es un extracto que muestra la bondad del ser que la derrama. Es la manifestación de que sentimos, amamos, recordamos, deseamos, etc.

Es la más bella forma de mostrar nuestra ternura y es el “perfume” que sólo cuando se produce en sincera armonía con el sentimiento interno le podems asociar con nuestra gran capacidad de amar.