Así como las arañas tejen su tela, así los humanos hemos comenzado a tejer nuestros lazos invisibles.
No se ven a simple vista, pero si te descuidas, quedas atrapado.
Son los lazos que se tejen a través de la WEB (Telaraña, red).
Son esos sitios de encuentro virtualmente invisibles donde se dan cita millones de almas para compartir sus emociones, frustraciones, sueños y las ilusiones que les hacen vivir intensamente.
Unos se meten al facebook y atrapan con sus pensamientos, otros prefieren enviar twitters y chisporrotear información, unos más meten sus videos al You tube para compartir sus historias y otros los narramos a través de los blogs, pero todos, todos los que hemos entrado en la nueva era digital, nos estamos enredando en los hilos de nuestras propias telarañas, quedamos atrapados como libélulas, hipnotizadas por la atracción que la araña ejerce sobre nosotros.
Los lazos invisibles hacen un fino tejido que amortigua nuestras soledades, nuestro abandono o comparten alegrías y emociones popias de una felicidad desbordada.